De One (Histo del foro) Los úlitmos músicos

- Si,Venga, de nuevo Avril- pidió el guitarrista, mientras hacía un ligero movimiento de manos.
La mujer arqueó las cejas divertida mientras bebía agua directamente de una botella de un litro y medio. Aquel comentario de volver a empezar la había animado tanto, que era capaz de recuperar el aliento después de media hora de ensayo seguida.
No había casi nadie en aquel local. ¿Local? Esto parecía una academia de música, mezclada elegantemente con un pub. Nada más entrar, al fondo un escenario, lo suficientemente grande para una banda. Con cuatro amplificadores en las esquinas. Enfrente de éste, una pista de baile saboteada por sofás de todos los tamaños posibles, casi siempre ocupados. A la derecha de éstos, una barra libre junto con máquinas expendedoras de bebida y comida.
Una escalera, - casi al lado izquierdo del escenario- daba al segundo piso, el cual estaba lleno de habitaciones en las cuales se podía dormir, por un módico precio o simplemente ensayar.
Todas las paredes habían sido pintadas por grafiteros expertos. Todos sus dibujos emulaban las ondas de la música, las cuales iban desde el escenario a recorrer toda la sala.
El paraíso era ese lugar.
Avril escuchó las primeras notas de un piano que le daba la entrada, era el momento de su entrada, así que se acercó al micrófono, como tantas veces había hecho.
Más tarde le acompañó la guitarra eléctrica y la batería, la cual marcaba el ritmo.
When you're gone
The pieces of my heart are missing you
When you're gone
The face I came to know is missing too
When you're gone
The words I need to hear to always get me through the day and make it ok
I miss you...
Algunos de los allí presente chifló mientras la guitarra marcaba el puente. Avril no pudo evitar sonreír, mientras cerraba los ojos y entregaba aquellas personas lo mejor que ella sabía hacer: cantar.
Todo funcionaba a acorde, y Avril vivía la música que cantaba, entregándose a cada nota, a cada verso, a cada ritmo…
When you're gone
The pieces of my heart are missing you
When you're gone
The face I came to know is missing too
When you're gone
The words I need to hear to always get me through the day and make it ok
I miss you...

El local estalló en aplausos para la cantante y sus acompañantes. Ese último ensayo había sido el mejor de todos de la larga lista que llevaban. Esta canción se les resistía bastante, pero al fin la controlaban ella y el guitarrista de turno, ya que Avril no tenía grupo ni nada, sólo cantaba cuando podía, cuando otros guitarristas podían. Era una putada para ella, sí.
Bajó del escenario, de un salto, cayendo de pie, para poder ir a la barra y pedir algo para beber. Esta última canción le había dejado la canción bastante seca. Se recogió el pelo rubio con una coleta doblada por la mitad, ya que tenía bastante calor para ser abril.
Allí, algunas personas del público la recibieron entre halagos, uno de ellos la invitó a una coca-cola, la cual agradeció ya que estaba bastante fría.
- ¿Queréis algo?- preguntó ella a los guitarristas.
Desde lo lejos le enseñaron las bebidas que estaban tomando.
Al cabo de unos instantes no había nadie en el escenario. Muy pocas personas se atrevían a hacer un básico en un escenario delante de tanta gente.
Avril se palpó el bolsillo del vaquero, en busca de una hoja de una libreta ya que en ésta tenía una canción que estaba componiendo. Se sentó en el sofá, con las piernas cruzadas, mientras la repasaba.
Un chico, el cual había entrado hacía rato, subió al escenario si ninguna guitarra ni nada detrás, ¿pretendía tocar el piano entonces? ¡Vaya! Eso sí que no se veía mucho por aquí. Sólo dominaba el rock y el heavy.
El chico algo más alto que Avril, de un pelo moreno se sentó en el piano. Hizo un ligero estiramiento con los dedos, respiró profundamente y comenzó a tocar. Era la canción de Umbrella a piano, fascinante, era la primera vez que Avril la escuchaba así.
Las manos del chico se movían rápidamente de tecla en tecla, al parecer estaba muy experimentado con ella, ya que era su favorita. La melodía salía del instrumento fluida y rápidamente a medida que el estribillo se acercaba. Avril empezaba a tararearlo mientras miraba al joven pianista.
La última nota se prolongó más que las demás, indicando así el final. Al acabar la canción, se quedó unos momentos en silencio, tal vez a esperando más aplausos de los que ya tenía para sí, pero no, se estaba preparando para tocar una nueva canción, ya que sus dedos empezaron a hacer sonar el principio tranquilo y lento de Prayer of the Refugee, después se aceleraron al aumentar la velocidad de la canción.
Avril sonrió, aquel chico sabía manejar la fuerza de la canción. A piano perdía mucha fuerza, ya que la original estaba pensada para una guitarra de las buenas, no para ese instrumento, pero aún así, era genial escucharla.
El móvil de la chica empezó a vibrar. Era un mensaje de su hermano mayor, tenía que volver inmediatamente al bar, al parecer la gente empezaba a aglomerarse.
Antes de irse, echó un ojo al escenario, el pianista volvía a remontar otra canción, la cual no sabía cuál era.
La chica desapareció por la puerta.
Las notas de aquella canción salieron disparadas por las manos del chico, creando una melodía rápida y activa. Era normal que un dolor empezase a crease en sus manos, puesto que las dos últimas canciones eran bastante rápidas ademán de la tercera. Al terminar la canción con una nota prolongada, la gente aplaudió al chico por sus tres obras consecutivas.
Hizo una leve reverencia y bajó del escenario para dirigirse a la máquina de refrescos para coger una lata de Acuarius, la cual se había merecido.
Un nuevo individuo llegó al local, el cual se quedó pasmado al ver el ambiente tan aburrido que había allí. Un crío se había atrevido a mancillar una canción de Mozart, desde el punto de vista del recién llegado, eso era una ofensa para todo oído. Había que tener algo más que cojones para hacer aquello. El era un gran amante de la música, no soportaba eso, así que mientras sus compañeros sacaban las cosas para ensayar, él se subió al escenario, mientras el chico tocaba cogió un micro de batería y se subió a lo alto del piano de cola, poniendo los zapatos llenos de barro en la limpia cubierta del piano.
El pianista se sorprendió por completo, y paró la canción.
- ¡Haber! ¿Qué coño es esto? ¡Creí que este era un buen garito de música… ¿qué preferís: un tío mancillando un piano, durmiendo a toda la peña o…- bajó al escenario- ¡Rock…del…bueno!
Todos sus compañeros se prepararon para tocar, empezando a tocar todos juntos Rock You Like a Hurricane.
Si el público era generoso, pronto se compraría una Squeril, ya que su Strato se estaba quedando corta.
El pianista miró divertido cómo el recién llegado destrozaba la pieza del chico.
-¡¡¡Rock!!!-gritó, tras tirar su lata de Acuarius.
El guitarrista terminó la canción cuando el público ya estaba aplaudiendo encloquecido. Había sido espectacular. Después se fue a una nevera que el grupo había traído una cerveza. Encendió un cigarro mientras se apoyaba en la barra.
- Eh- dijo- el que ha gritado rock, ¿cómo te llamas?
El chico le miró y fue hacia él.
- Me llamo Jack- dijo tendiéndole la mano.
El hombre sacó otra botella de la nevera. Le estrechó la mano.
- ¿Quieres una Jack?- le preguntó, al mostrarle la bebida.
La rechazó.
- Quizás el mes que viene. Aún soy menor.
El guitarrista se quedó un tanto sorprendido por la respuesta.
- ¡Tío! tu mamá no está aquí, sino quieres beber porque no tienes sed no pasa nada, pero si es por esa chorrada de que eres menor… ¡no me jodas!-rió, después saqué un cigarrillo, y se lo ofreció.
- ¿Un poco de mi amigo el camello?
Aceptó el cigarrillo, mientras lo observaba por encima. Era un tipo desaliñado, con el pelo rubio, barba de dos o tres días y los ojos claros. Tenía un aspecto cansado.
- ¿Me das fuego?
Le ofreció una llama. Después se echó hacia atrás, para frotarse los ojos. Parecía que tenía resaca o algo peor.
- Dime Jack, ¿qué haces aquí? ¿Quieres dedicarte al piano?
Jack absorbió el humo y luego lo expulsó hacia abajo.
- La música es lo único importante en mi vida, y el piano es lo que más me importa en ella. Sí, mi deseo es ser una leyenda. Por otra parte, también me gusta cantar, sobre todo rock.
El guitarrista, sin lugar a dudas, estaba colocado. Ya que tenía los ojos totalmente rojos y le dolía bastante la cabeza. Era en estos momentos cuando se arrepentía de haberse corrido una buena juerga.
- ¿Sabes? Este mundo está contaminado, la música ahora se ha convertido en una puta marca comercial de Pop y Rock, se han perdido las viejas costumbres. ¡¿Qué hay de la música Grunge?! ¡¿Y de la música Underground?! Tío, me encantaba cuando tenía dieciocho años y escuchaba grupos como Guns N’ Roses o Nirvana. Metallica en sus buenos años era una música que te llegaba al corazón- se quedó callado mientras Jack le miraba interesado- pero ahora, desde hace algunos años la música de nuevos grupos es puramente comercial- bufó
Se quedaron un momento callados, en el cual, el guitarrista aprovechó para dar otro trago.
- ¿Sabes?- prosiguió- quiero formar un grupo en el que sólo se toquen conciertos, nada de grabar discos y las canciones sean sentimentales, para joder a la puta MTV, y que se jodan todos esos medios…
Jack permanecía callado, parece que aquel desconocido le había dicho exactamente lo que había pensado. Eso le había hecho reflexionar bastante.
- Tu sentimiento hacia la música es único.
El pianista sabía que iba bien colocado, pero aún así, sentía una gran admiración por él.
- Eres el tipo de personas a las que se debe admirar más que a un dios. Esas que luchan por lo que les importa, en tu caso, la música.
La academia se había quedado sin grupos en el escenario, ahora sólo había un gran número de personas hablando entre ellos, dispersos por toda la sala, sin prestar atención a la conversación que aquellos dos músicos tenían.
El guitarrista empezó a disfrutar de la compañía del chico, era joven, sí, pero entendía bien de lo que se estaba hablando ahora mismo.
- ¿Sabes? Yo no quiero hacerme famoso ni nada, sólo quiero que me dejen tocar, que la gente pueda venir a escucharme de vez en cuando- cerró los ojos, para frotarse los ojos con la mano izquierda, ya que con la otra tenía el cigarro. Sonrió para decir- quiero…casarme con una mujer guapa y tener hijos, no deseo ni dinero ni fama, sólo poder hacer música de corazón.
Abrió los ojos y le miró de frente.
- ¿Cuál es tu sueño, Jack?
- Mi sueño…- suspiró él- lo único que deseo… deseo que al morir todos me recuerden. Deseo morir como una persona conocida por sus actos, por su música, marcar el ritmo y vivir la música. Y bien, ahora me dirás: ese es el sueño que tiene cualquier joven.

Antes de contestar, el hombre bebió otro trago de aquel fuerte licor, para intentar despertarse en vano.
- Mira… puedes hacer lo que quieras, eres joven así que de momento practica, practica hasta más no poder. La música es un trabajo de progresión, así que no dejes que te la comercialicen, si no, lo medios de chuparán la vida…- encendió otro cigarrillo, ya que el otro se le había consumido sin darse cuenta
Jack se había quedado sin nada más que decir, sólo preguntó una cosa.
- ¿Cómo te llamas?- preguntó bastante interesado.
El guitarrista dibujó una media sonrisa mientras se preparaba para marcharse. Tanto jaleo le producía dolor de cabeza. Lo único que dijo para despedirse fue:
- “It’s better to brun tan to fade away”, me llamo Adam Hells. Ya nos veremos.
* * *
- ¡Ey, preciosa! Cuando puedas, llena el vaso, por favor.
Avril miró al hombre de la barra que le pedía de nuevo otra jarra de cerveza.
- Claro, ahora- sonrió, mientras abría el barril.
La música de aquel bar se escuchaba bastante fuerte, pero a ella no le importaba, se trataba de Rocksart, una de sus favoritas. Por el amor de dios, ¿quién se resistía a aquella canción?
Llevaba en el bar de su hermano desde que salió de Acústica, la academia. Toda la santa tarde charlando con los clientes, limpiando mesas y sirviendo copas.
- I wanna be a rockstar…-cantó mientras llenaba la jarra del cliente.
Nada más acabar la canción, se escuchó cómo una mesa caía al suelo, acompañada de unos vasos rotos. Avril se asustó un segundo, pero vio que era una simple pelea, eso solía pasar y más en este bar, que gente de todas clases entraba. Si la cosa llegaba a más, no era de extrañar que la policía pasase por aquí. A horas de la noche, el bar Welcome to Hell era peligroso, pero aún más sus calles.
- ¡Dime eso fuera, hijo de puta!- le dijo el tipo, tras darle un puñetazo.
- ¡Ey, ey, ey!- Avril saltó por la barra, sin miedo alguno a la pelea, ya que estaba más que acostumbrada a separar a esos tipos- ¡Joder, quietos, esos a la calle, no aquí!-
Ni caso.
No sabía qué hacer, y los demás clientes se dedicaban a animar la pelea que había tenido lugar en una esquina del bar. Fue entonces cuando Avril vio el cubo de la fregona lleno de moscas, en su interior agua bastante sucia.
Sin vacilación alguna, lo cogió para echárseles el agua por encima a los dos.
La gente rió al ver las caras de los dos.
- ¡Otro numerito como ese y os corto los güevos para ponerlo en los parabrisas de vuestros coches- amenazó.
Los dos tipos no dijeron nada más, parecía que se habían hecho una imagen mental de eso.
Justo cuando la mujer se disponía a volver a la barra, un capullo exclamó.
- ¡Ey guapa! ¿Por qué no me los quitas a mí con la boca?
Un escalofrío recorrió la espalda de Avril por puro asco, además quien se lo decía no era precisamente Brad Pitt.
- ¡Venga, bájate los pantalones y comencemos!- exclamó ella, mientras se ponía en el centro del bar.
- ¿Por qué no mejor en un hotel tu y yo solos?- preguntó, aún sentado en la silla.
- ¿Qué pasa aquí? ¿Te da vergüenza? ¿Tienes miedo de que la peña se entere de que la tienes pequeña? ¡Anda y que te den, capullo!- le hizo un elegante corte de mangas.
La gente se echó a reír a carcajadas limpias.
- ¡Serás…!
Algunos clientes le sujetaron, para alegría de Avril, ese tipo parecía tener pinta de tener ganas de partirle la cara a alguien.
- Tú te lo has buscado- dijeron.
Todo volvió a la calma.
Adam entró tambaleándose ligeramente, debido a toda la mierda que se había metido antes de salir.
No dejó su coche muy bien aparcado en la cera, pero por estos barrios a la gente hacía lo que le diese la gana.
Miró el bar, parecía de su agrado, hasta la música.
Se sentó en la barra, esperando a que alguien le atendiese
La música cambió a Buller For My Valentine, la cual, Avril puso a todo volumen, le encantaba esa canción. Era bestial.
- Your tears don't fall, They crash around me, Her conscience calls the guilty to come home- cantó mientras movía la cabeza ligeramente.
Se había percatado de la llegada de un nuevo cliente.
- ¿Te sirvo algo, cariño?- le preguntó, mientras por debajo, marcaba con el pie.
Adam tenía un buen par de ojeras, pues la noche anterior había estado de juerga en el local de Acústica.
- Si, un whisky doble y… ¡que dejes de marcar el tempo en dos cuartos y lo hagas en cuatro, joder!...

Me gusta la idea de hacer un fanfic con la historia . Eres muy fiel a los comentarios

Exigo revisión!, yo nunca me ensucié lo pies de barro cuando subi al piano, ni nada de eso!. Ademas no tengo aspecto de cansado en esa etapa de mi vida, sino de drogao puero y duro! XD por lo demas esta muy bien^^ Sigue así Kumiko...

PD: Pablo mola!...

Guaaa ooiie, Senkai, esque molabas más asi. Lo discutí con una amiga y dios, se nos caia la baba a las dos

Avril hizo resbalar un vaso de whisky por la barra hasta llegar al cliente que lo había pedido. La chica ignoró el comentario, ella sabía lo que se hacía.
La música cambió a Just Like You, otras de las favoritas en ese bar. A la gente no parecía molestarle para nada ese tipo de música. Menos, porque si no, ya podían volver a sus casa.
El guitarrista estaba mareado por tanta bebida de había tomado. Tenía más alcohol que sangre en las venas. En todo el tiempo que llevaba, no le había quitado el ojo a la camarera que le había servido antes, así que volvió a pedir de nuevo otra copa.
- Quiero otro más, y esta vez doble ¡¡bien cargado, j****!!
La chica levantó la vista. Estaba hablando con un cliente, al escuchar que le llamaba él, le sirvió otro whisky cargado, con un cubito de hielo pequeño. Se lo dio igual que el anterior: por la barra.
Miró su reloj cuando pitó al marcar las tres de la madrugada. Sonrió. Había acabado su turno.
- ¡Las tres de la madrugada, fin de mi turno!- exclamó.
Salió de la barra y con rapidez se quitó el delantal, dejándolo en una percha, al lado de los servicios de caballeros.
- ¿Esta noche no canta nadie?- exclamó un cliente.
- ¡Pagaré más!
Miré a mi jefe, si era cierto que apenas nadie cantaba, ni yo. También era que hacía falta dinero- en cierto modo siempre venía bien, pero ahora más que nunca, ya que tras las peleas, la gente se olvida de pagar-.
Se encogió de hombros, por un par de minutos, no pasaría nada.
Se subió al pequeño escenario, no era nada en comparación con el que había en Acústica, pero al menos, teníamos un buen equipo de música con canciones ligeramente alteradas.
Le dio al play para poner una canción al azar, y salió una que bien conocía Avril.
Uh oh uh oh
You're so good to me
Baby baby

I want to lock you up in my closet
Where no one's around
I want to put your hand in my pocket
Because you're allowed
I want to drive you into the corner
And kiss you without a sound
I want to stay this way forever
I'll say it loud
Now you're in
And you can't get out

You make me so hot
Make me wanna drop
You're so ridiculous
I can barely stop
I can hardly breathe
You make me wanna scream
You're so fabulous
You're so good to me

Baby baby
You're so good to me
Baby baby
Avril acompañaba la música con algunos movimientos un tantos seductores, para conseguir algo más de dinero.

I can make you feel all better
Just take it in
And I can show you all the places
You've never been
And I can make you say everything
That you never said
And I will let you do anything
Again and again
Now you're in
And you can't get out

Bajó del escenario, acompañado de aplausos y de billetes verdes y relucientes, los cuales recogía su jefe con total amabilidad, mientras guiñaba un ojo a su camarera.
Adam había observado a la camarera. Eso le dio una idea: fue a su coche, para coger su Stratocaster, subió al escenario para empezar a tocar un largo solo, con algunos errores debido a su estado de salud, pero aún así, sabía mover las manos muy bien. Parecía que público no estaba descontento con él.
Avril miró a su cliente tocar. No le reprochó nada, ya que ella no entendía mucho de las guitarras. Sabía que los whisky se le habían subido a la cabeza, ya que a veces, se balanceaba, como perdiendo el control de sí mismo.
- ¡Échame una mano!- exclamó su jefe, intentando elevar su voz por encima de la guitarra.
Avril no podía quejarse, había mucha gente, la cual llamaba a voces a los camareros que no daban abasto.
Empezó a repartir bebidas, de un lado para otro, sin descanso.
Jack andaba de un lugar para otro, en busca de un garito donde poder desaparecer un rato, estaba de un humor de perros y quería ir a algún sitio, lejos de su casa, y ese lugar, era el Infierno.
Al entrar, vio a su amigo Adam, luchando por concentrarse en la música. Justo cuando el chico puso un pie en el bar, el guitarrista había terminado la canción. Se llevó una mano a los ojos y los frotó, parecía que la cabeza le iba a estallar por completo.
- ¿Necesitas ayuda, amigo?- le preguntó Jack.
El guitarrista bajó del escenario con algo de ayuda de su compañero. En vez de contestar, Adam preguntó que si tenía un cigarro, ya que hacía tiempo que no le echaba una calda a uno y necesitaba –según él- despejarse.
Se sentaron en la barra, los dos juntos. Jack no le quitaba ojo a su compañero, parecía que de un momento a otro iba a caerse al suelo.
- Perdona preciosa, ¿puedes servirnos otra copa a los dos, por favor?- preguntó, con una sonrisa.
Avril arqueó las cejas, y su tras el primer comentario cuando dedujo que ya estaba bastante borracho para llamarla de esa forma tan cariñosa.
- Co gusto- dijo indiferente.
Le lanzó dos whisky a los dos.
- Espero luego la cuenta- dijo ella.
- Siento lo que ha pasado antes…- dijo mientras miraba su vaso- iba…iba un poco colocado.
Avril se había extrañado más de lo primero que dijo. Lo de que iba colocado, lo había decido desde que había puesto un pie en su bar.
Adam bebió de un trago al whisky, mientras que Jack apenas lo miró.
Antes de irse, dejaron en la barra un billete de diez dólares hecho una bola.
Los dos músicos se dirigieron en coche hasta el puente de la calle siete. Un lugar debajo del puente era a lo único que podía aspirar Adam. No tenía nada, salvo su guitarra y su coche. No necesitaba más, salvo sus queridas bebidas fuertes.
Se detuvieron en la “casa” de Adam, donde dejaron el coche aparcado así como así.
Cerca del coche, había dos sillas plegables, las cuales las usaba el guitarrista para dormir al aire libre o para tocar de forma más cómoda, pero estaba vez, en una de ellas se sentó Jack.
- No tengo cerveza, porque como puedes ver en mi rostro, estoy con una abstinencia total, sólo quería comentarte una cosa: si vas a vivir aquí conmigo, no puedes hablarle a nadie de este sitio, ni puedes echarte novia. ¿Entendido, Jack? Si preguntas por qué, es simplemente porque si estás aquí, hasta que cumplas los veintiuno es para hacerte un maestro con el piano, y necesitarás disciplina, así que nada de colegas por aquí y nada de ir jodiendo con noviecitas- suspiró y miró al cielo estrellado un segundo, para luego mirar a Jack- mañana iremos a conseguirte un teclado, ahora descansaremos un poco.
El pianista se mantuvo en silencio, tras escuchar todo lo que le había dicho Adam. Se estaba haciendo a la idea. Empezó a escuchar música de la radio del coche.
- El amor no tiene significado en mí. No trae más que dolor y problemas- dijo Jack.
Cerró los ojos mientras suspiraba débilmente.
- Si no te importa, me voy a dormir.
-
A la mañana siguiente, Adam fue el primero en despertarse y salir al exterior. Hacía un frío tremendo, propio de principios de abril.
Miró su reloj, era bastante temprano, era hora de ir a Acústica y hacer planes.
- j**** que frío tengo… lo que daría por un canuto…- dijo Adam, mientras arqueó las cejas, al mirar a Jack- Vamos a conseguirte ese maldito teclado.
- Vamos- dijo el chico, algo ilusionado.


- ¿Un remix?- preguntó el compañero de Avril, mientras se ponía la guitarra de nuevo.
- ¿Complicated?- preguntó ella, sonriente.
- Mismo- sonrió el guitarrista.
Empezó el solo de guitarra, improvisando al principio, ya que siempre modificaban las canciones de otros cantantes para hacerlas más cómodas a la hora de tocarlas. Luego, cuando ya cogían práctica, tocaban la original.
Poca gente había en el local. Normal, tan sólo eran las diez de la mañana y era sábado. La gente dormía aún del viernes noche pasado.

Uh uhuh, life´s like this
Uh uhuh, uh uhuh, that´s the way it is
Uh, la la la la, Cause life´s like this
Uh, la la la la, that´s the way it is

Chill out whatcha yelling for?
Lay back it's all been done before
And if you could only let it be
You will see
Cantaba cerca del guitarrista, mirando cómo tocaba. Siempre lo hacía, salvo por el estribillo, que era cuando se dirigía al público.

I like you the way you are
When we're drivin' in your car
And you're talking to me one on one but you've become

Somebody else round everyone else
You're watching your back like you can't relax
You're tryin' to be cool you look like a fool to me

La guitarra se tomó la libertad de alargar el puente, antes del primer estribillo.
Adam y Jack habían estado hablando de música durante el viaje a Acústica. Sus gustos no se parecían casi en nada, pero aún así, habían congeniado. Incluso el guitarrista le habló sobre algo de su infancia y problemas familiares. Los cuales, siempre habían estado presentes en su vida.
- Hemos llegado- dijo, bajando del coche con su guitarra y su amplificador de 75W Line6.
Una vez dentro, sólo había un grupo afinando las guitarras, justo cuando iban a darse por vencidos, apareció el pianista del grupo
- Esas son nuestras presas. Quiero que vayas y retes al pianista a un duelo. El ganador se lleva ese Roland, que vale por lo menos mil dólares, yo mientras…- vio en el escenario a Avril, entregándose a su música- yo mientras voy a beber algo, enseguida vuelvo…
Why you have to go and make things so complicated?
I see the way you're
Acting like you're somebody else gets me frustrated
Life's like this you
And you fall and you crawl and you break
And you take what you get and you turn it into
Honestly you promised me i'd never gonna find you fake it
No no no

You come over unannounced
Dressed up like you're somethin' else
Where you are and where it's at you see
You're making me

Laugh out when you strike your pose
Take off all your preppy clothes
You know you're not foolin' anyone
When you've become

Somebody else round everyone else
Watching your back, like you can't relax
Trying to be cool you look like a fool to me

Tell me…

El guitarrista que acompañaba a Avril alargó un poco más el final, dejando una nota en el aire, a diferencia de la original.
- Genial, vamos bien- dijo él, al terminar.
- Si, no ha salido bastante bien- dijo ella, respirando profundamente.
- Patético…-dijo una voz, desconocida para los dos músicos.
La siguiente banda cruzó una mirada con Avril, sobre todo –por lo que ella dedujo- el solista.
Parecían recién llegados a la ciudad, ya que iban de chulos a Acústica, ya que todas las bandas escondían talentos y a la hora de echar “duelos” eran irreconocibles. Podían ser chicos tímidos en un ensayo, pero luego, a un directo eran como músicos profesionales.
- ¿Por qué?- preguntó ella
- Un gato canta mejor.
La chica apretó el puño mientras el cantante subía al escenario él solo.
- Muy bien- dibujó una expresión divertida en su rostro- - ¿cantarás ahora mejor no?
- Puede ser.

- Muy bien. Entonces a ver quien lo hace mejor. Esto será un pequeño desafío.

Adam no prestaba atención a la escena, tampoco le importaba. Sacó su móvil para marcar el número de teléfono de su batería, pero no lo cogía. Igualmente le pasó con el bajista.
Miró el escenario, parecía que la cosa iba a llevar mucho tiempo, así que se quedó a un lado con su guitarra tocando con los cascos, tan fuerte, que se podía oír.

El adversario de Avril pareció sonreír.
Se subió al escenario, donde cantó una canción que ni ella conocía, pero había fallos de afinación y notas peladas.
Finalmente terminó, mientras el grupo le aplaudía, con dos o tres más del público.
La chica puso el equipo de música con un CD de canciones algo modificadas, sólo para que ella llegase bien a las notas, sin dejar de perder la calidad de la música ya que la canción que se atrevería a cantar, era Remedy, de Seether. Una canción con muchos altos por parte del cantante.
Podía hacerlo bien, ya que la había practicado miles de veces.
Terminó con una alta, mientras su grupo y el público le daba un cálido aplauso.
- ¿Y bien?- preguntó divertida a su adversario.

- ¡Adam, estamos aquí!- exclamó el bajista de Adam.
El guitarrista se quitó los cascos y se giró para mirarles.
- Traed tres sillas, nos sentaremos en este rincón- señaló a un lugar reservado- y tocaremos con los amplis bajos, para no molestar a las bandas que plagian canciones, para ver quien lo hace peor…
Dicho y hecho, en menos de un momento, Adam y su grupo estaban en un pequeño círculo, tocando Master of Dead, la primera canción que tocaron como grupo.

Avril sonrió al ver que el cantante no decía nada más. La chica fue humilde, sin reprocharle nada, sólo se bajó del escenario.
- ¿Nos vemos luego?- preguntó su guitarrista cuando el otro grupo se fue.
- No lo sé, más tarde tengo que trabajar, y estoy molida.
- Vale, entonces, nos veremos otro día- dijeron, cuando se desaparecieron por la puerta de Acústica.
La chica lanzó un gran suspiro mientras hacía zapping en su mp3. Finalmente encontró una canción con la que podía estar relajada allí al lugar en el cual tenía en mente ir.

I am a plastic man
Wish I could be the one you could be proud of
I'm losing heart again
Wish I could show you what you think I'm made of
Someday I know I'll find my place
Someday I know this pain will fade

Pasó su mano derecha por la pared, acariciándola con la yema de sus dedos, mientras intentaba no irse abajo por la melancolía de la canción.


I am a perfect sale
Just wrap me up with a bow and flowers
I will neglect to tell
I'll sell your story that we love each other
Someday I know I'll find my place
Someday I know this pain will fade
Someday I know I'll find my place
Someday I'll sing my last refrain

Adam, al ver que el grupo se iba, se subió con su grupo al escenario y empezó a tocar la canción de Hero del grupo Nickelback con gran fuerza.
El curiosos publico se había acercado algo.
- …Hero could save us- improvisó Adam.


Why don't you let me be
And I'll pretend I'm well
Cause you're too blind to see
And I'm too tired to tell
And in your apathy
Your head begins to swell
Another tradegy
But you're too cold to feel

Dio un largo suspiro mientras escuchaba el precioso y melancólico solo de la guitarra de Seether, mientras lo oía, llegó a la azotea del local, y con algo de destreza, llegando al tejado, para poder ver así la belleza de la ciudad.


Someday I know I'll find my place
Someday I know this pain will fade
Someday I know I'll find my place
Someday I'll sing my last refrain


Adam estaba trayendo al público, al menos había ya treinta personas escuchándolos.
- Now I hate you, I’m want to die- cantó Adam, la canción que había compuesto hace tres semanas atrás.
El público empezaba a soltar palmas al rock underground y grune del grupo de Adam. La canción era bastate cañera y el público la apreciaba.
- Esta canción habla sobre el descontrol, se titula “Dive”

It´s Dive, a sound of destruction
It´s gain the power to realize
the dreams the things
It´s Dive!.

Avril se echó sobre las tejas, con los cascos vibrando debido a la fuerte música que su mp3 desprendía.
En el cielo, las nubes amenazaban con lluvia.
- No me digas que a ti te gusta el patético regge… -le dijo a una nube.

Adam estaba feliz, aunque el público se había marchado tras finalizar la canción, lo estaba porque esos diez minutos de ensayo le habían demostrado que hay algo mejor que las drogas. Algo muchísimo mejor que matarse lentamente.
- Escuchad, voy a la azotea a fumarme un par de cigarros y vuelvo, ¿vale?- dijo mientras se colgaba la guitarra.
Él no soltaba la guitarra ni para fumar, era sorprendente.
Llegó a la azotea, respiró profundamente mientras encendía un cigarro y se preparaba para tocar a Song to Play When I’m Lonely, además de cantarla.
Avril no estaba muy lejos, de él, pero aún así no le escuchaba con el volumen de la música.
- Te amo con toda mi fe, sin medidas, te amo aunque estés compartida…
Cerró los ojos completamente, sintiendo cómo el frío entraba por su camiseta corta. Le dio un escalofrío, pero aun así no se movió.
Adam la escuchó, ya que estaba tocando la parte más suave de la canción.
Se paró en seco, reconocía esa voz, o al menos, le sonaba de algo.
Miró a su alrededor, hasta que la encontró: allí esta Avril, cantando como si nada. No se había percatado de que él estaba ahí, ya que hubiese callado de repente.
El guitarrista se fijó en que su piel estaba de gallina, debía de estar muerta de frío, así que se quitó la chaqueta y la tapó, mientras él se sentó cerca de ella, escuchando cómo cantaba. Aunque era cierto que el grupo no era de su agrado, pero sí esa canción.
Avril sintió el calor entrar en su cuerpo y fue entonces cuando abrió los ojos. Al ver la chaqueta, se sobresaltó, haciendo perder el punto de apoyo que tenía para no caerse al suelo.
Se resbaló por las tejas, pero Adam le cogió de la mano, con fuerza.
Avril cruzó una mirada con el guitarrista.
Era él.
- My girl- le dijo- no te caigas, si no, tu visa se acabará y creo que tienes que dar más caña al mundo aún-arqueó las cejas, divertido.
Ciertamente, del suelo al tejado no había mucha distancia, pero tenía el riesgo de partirse algo varias veces.
Adam la ayudó a ponerse de nuevo en equilibrio.
- ¿Quieres que vallemos a dentro a tomar un café?- preguntó.

Jack se acercó al pianista que Adam le había indicado. Se apoyó en la pared mientras le escuchaba tocar y cantar unas canciones como simple aficionado. La melodía no tenía dificultad.
Cuando acabó la gente de su banda – y algo del público- aplaudió.
- Aficionado- susurró Jack, lo suficientemente alto, como para que le oyera.
- ¿Has dicho algo?- enseguida saltó él, como un depredador ante su presa
- La melodía es muy lenta, y la letra es sencilla. Esto sólo lo tocaría un aficionado con miedo al público.
- ¿Acaso tú podrías hacerlo mejor?
En los ojos de Jack hubo un luminoso brillo.
- Sin lugar a dudas.
Su opone era algo más alto que él, unos veinte centímetros al menos más alto que Jack, era algo más corpulento, pero no tuvo ni pizca de miedo.
- No eres más que un enano…

Jack ignoró el comentario y sacó su billetera, llena de billetes falsos.
- Hagamos un trato. Tú y yo competiremos. Si ganas, te quedarás todo el dinero- una sonrisa malévola se dibujó en su rostro- si gano, me quedo con tu piano.
- ¿En qué consiste ese trato?
- Nada difícil. Ahí arriba tocamos cada una una pieza de piano, si quieres, cantarla también, perfecto. El público decidirá el vencedor con sus aplausos.
El grandullón rió.
- Sin problemas.
Se subió al escenario y empezó a tocar una pieza clásica, muy lenta. Greensleaves. La melodía duró unos cuantos minutos. Al acabar, un par de aplausos resonaron por la sala.
El oponente bajó del escenario, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro.
- Te toca. El público es exigente, así que no tienes nada que hacer.
- Si tú lo dices…

Jack se sentó frente al piano y esperó unos segundos, antes de empezar a tocar la canción de Umbrella.
Sus dedos se movían como sombras y creaban una melodía rápida y espléndida. No cometía fallos, tenía la canción marcada en su mente y sus manos acariciaban la música.
Al acabar, la sala estalló en aplausos, todos de pie, lo cual hizo nombrar a Jack ganador.
Hizo una leve reverencia y bajó del escenario, para encontrarse con su “amigo pianista”.
- Después volveré a por el piano, junto a un amigo, por si te echas atrás…

Adam ayudó a la chica a ponerse en equilibrio. Ésta le reconoció, era él, quien por poco destroza el bar con sus movidas.
- ¿My girl?- preguntó, arqueando las cejas.
Avril soltó su mano, y se quedó apoyada en la chimenea apagada.
- ¿Darle caña al mundo?- solté una burda risa- sirviendo copas…
Se calló, se estaba dando cuenta de que era un tanto desagradecida, ya que ni le había dado las gracias.
- Gracias por no dejar que me cayese- dijo, mientras se recogía un mechón de pelo tras su oreja- ¿entrar? No gracias, prefiero quedarme aquí…
Adam se quedó un poco extrañado, no podía creer lo que ella estaba diciendo.
- ¡¿Sirviendo copas?! ¡Lo que he visto hace un taro era más que servir copas, tienes mucho talento, podrías llegar a ser muy buena…!
- ¿Talento?- rió Avril- muchos pueden decir que RBD tiene talento y son unos hijos de puta que no entienden la diferencia de un bemol y de un sostenido. No entiendo a esas tías.
Arqueó las cejas divertida.
- Las mujeres hoy en día lo tenéis muy fácil: cara bonita, tetas y culo y os pagan millones, sin embargo, la gente como yo no se come una mierda, así que no te quejes tanto, que la vida es muy corta, y hay que aprovecharla- sonrió, mientras encendía un cigarro-
- ¿Estás insinuando que yo estoy buena? Mal gusto hay que tener...
- Yo no eh dicho que me gustes, simplemente que las mujeres hay veces que por el físico y machismo de algunos tenéis mucha más suerte, y si creo que eres atractiva.
- -Tu deliras- dije ante su comentario- además de aquí a que me gane la vida cantando queda mucho. Puede que las mujeres tengamos suerte, pero no todas conseguimos aprovecharla.
Adam no dijo nada.
- Mira, sólo te digo que la gente con la que andas no cas a hacer una mierda, deberías intentar juntarte con mi pupilo, Jack, está ahí abajo, dando caña al personal. El tío está un poco verde, pero tiene aptitudes. Deberíais quedar una tarde y venir aquí a ensayar a ver qué tal se os oye. Estaría bien, ¿no?- preguntó.
- -¿Jack?- preguntó tras un silencio- No me suena, pero... ya veré lo que hago, puede que algún día coincidamos y toquemos algo.
Avril se quedó pensando un rato, mientras él tocaba.
- Oye, si quieres puedes cantar mientras toco- dijo, mientras se ponía a tocar My Happy Ending, sin amplificador.
La chica escuchó tocar la canción, era sin duda My Happy Ending. La había escuchado muchísimas veces…
Let's talk this over
It's not like we're dead
Was it something I did?
Was it something you said?
Adam siguió tocando mientras pensaba dónde se habría metido Jack que tanto tardaba en subir. El guitarrista miró a Avril, entregada de alguna manera a la canción, que de verdad, transmitía algo.
La chica soltó una sonrisa, para cantar el estribillo, al parecer ese Adam, era bastante bueno con la guitarra…
Adam empezó a tocar solos de blues y Funck, con su pequeño amplificador Fender. Después se emocionó ligeramente mientras tocaba Give It All, de Rise Adaisnt. Cayó de rodillas, ya que el síndrome de abstinencia le estaba pasando factura.
Avril se percató de su caída, y se acercó a él, para ayudarle a levantarse.
- Ey…- le miró con ternura- ¿estás bien?
- Hold my breath and I wish for dead- susurró-. Sí, sólo es que estoy agotado.
Se levantó por si solo.
- A veces pienso que drogarme fue el mayor error de mi vida, y que ahora que intento dejarlo… es aún peor- dijo mientras afinaba la guitarra- un ligero guitarreo y se me pasará.
Avril no dijo nada, no iba a apartarse de él, por miedo ni nada. Todo el mundo cometía errores.
- Como veas- dijo ella, mientras Adam tocaba Nothig else Matters de Metallica.
Adam terminó, dejando la canción en una nota grave y prolongada. Se sentó cerca de ella.
- ¿Qué hay de ti?- se encendió un cigarro- ¿nunca te ha pasado nada malo?- le sonrió.
- ¿De mi?- soltó una risa.
Se puso de pie, enfrente del guitarrista.
- No conocí a mi madre, me crié con mi hermano y mi padre. Eran un desastre, ¿sabes la que me armaron cuando me vino la regla? Ya desde pequeña me he metido en peleas- le enseñó parte de su labio izquierdo, donde tenía una cicatriz blanca.
Suspiró.
- Abandoné los estudios y me puse a trabajar con mi padre y mi hermano en el bar. Aprendí algo de música con algunos libros y lo de cantar, es natural. Siempre me ha gustado.
Se rascó un poco el cuello, mostrando una muñequera negra en la mano derecha.
- Veinte tacos, dos tatuajes- se bajó un poco el pantalón, un poco más debajo de la cadera, al lado derecho, tenía una corcheta negra delgada.
Se dio la vuelta, para levantarse la camiseta. Le mostró dos alas negras abiertas que tenía tatuadas en la espada, a la altura de las paletillas.
Adam estaba un poco extrañado, no entendía a la gente que se tatuaba cosas en el cuerpo. Aun así no dijo nada.
- Yo me crié con mi madre. Mis padres estaban separados y ella me echó de casa a los diecisiete años después de conseguir mi primera guitarra, y desde ahí he ido perfeccionando mi técnica y buscándome la vida como he podido. Supongo que ninguna de nuestras vidas es nada del otro mundo, ¿eh?- dijo mientras le sonreía y le daba un suave golpe con el dorso de su brazo.

Avril sonrió.
- Bah… hay muchas vidas que podemos conocer.
Estaba atardeciendo, ¿cuánto tiempo había estado hablando con él? Parecía raro, no le daba la impresión de capullo, la misma que le dio cuando lo vio en el bar. Simplemente, las apariencias engañaban.
Adam empezaba a estar cansado, ya que no había pegado ojo y se estaba haciendo de noche.
- Oye, a estas horas no debe quedar nadie abajo, ¿te apetece que bajemos y toquemos algo?- sonrió.
La chica soltó una risa.
- ¿Eso es más o menos una cita en nuestro idioma?- bromeó, arqueando las cejas.
Se recogí el pelo con una alta coleta, dejando sólo un mechón suelto.
- Si, lo puedes tomar como una cita si quieres- rió- ¿sabes la cancíon de The Last Song? Es una canción muy buena, ¿te parece que empecemos por esa?
Estaban ya abajo, subidos al escenario, preparados para tocar cualquier canción.
En el local, poca gente, y la que había estaba en el sofá en parejas sin prestar atención a la música. Avril llegaba a pensar que este local era más bien un refugio de amantes a un lugar para poder tocar libremente.
- I missed the last song- le dije- I blame myself for just stading there too long
Al escuchar Adam aquellas palabras, se llenó de coraje. Conectó su Srato negra y empezó a tocar los acordes del principio de la canción.
- Demuéstrame que tengo razón, canta como sólo tú sabes- le dijo susurró al oído, mientras él se paseaba por detrás.
Aveil soltó una media sonrisa al reconocer los primeros acordes de la canción.

The light that's in your eyes,
Like everyone wants it to be
Well can't you see that it must be this way
Oh, who knows who's wrong or right
Just as long as your here tonight
Just like my mother
Always taking my likings away
When nobody's watching us

Avril cantaba con cariño y algo de melancolía, propia de la canción. Cerraba los ojos, dejándose guiar por las palabras de la canción y la guitarra.

I missed the last song
I blame myself for just standing there too long
I missed the last song
I blame myself for just standing there
No le importaba si le salía mal, no tenía que demostrar nada, sólo estaba cantando como sabía. Sentía lo que cantaba.
El puente ante del estribillo era estupendo, y Adam lo había igualado al original

I missed her sweet smell.
I miss it every day
I miss my best friend, cheap cigars,
Stupid kids and movie stars
And I missed the last song and I miss you
And this time this one's for us

I missed the last song
I blame myself for just standing there too long
I missed the last song
I blame myself for just standing there too long
I missed the last song
I missed the last song
I missed the last song
I missed the last song
Al terminar la canción se escucharon pocos aplausos. Poca gente quedaba allí.
- ¡Joder! ¡Qué bien cantas! ¿Luego dices que no vas a darle caña al mundo? – rió.
La chica se sonrojó cuando le dijo eso, pero al rato sonrió.
Adam se puso a ajustar unos pedales.
- ¿Quieres que toquemos Rockstar?
Le había leído la mente.
Esta canción era un tanto difícil, aun no la dominaba muy bien por el tema del inglés y la rapidez de la voz. Aún así, se podía intentar.

I'm through with standing in line
To clubs I'll never get in
It's like the bottom of the ninth
And I'm never gonna win
This life hasn't turned out
Quite the way I want it to be


Sonreía mientras cantaba, me encantaba esa canción y el ritmo que tenía. Para mi compañero le era fácil tocarla.

(...)

And we'll hang out in the coolest bars
In the V.I.P. with the movie stars
Every good gold digger's gonna wind up there
Every Playboy bunny with her bleach blond hair


And we'll hide out in the private rooms
With the latest dictionary of today's who's who
They'll get you anything with that evil smile
Everybody's got a drug dealer on speed dial


Miró al guitarrista para decir las últimas palabras de la canción.
Hey, hey I wanna be a rocksart
Hey, hey I wanna be a rocksart

- Oye me apetece descansar, no estoy en mi mejor condición física. ¿Te importa si paramos y vamos a cenar a algún sitio?
Avril negó con la cabeza levemente.
- Tengo que ir al tajo- sonrió- además, llego tarde. Ha sido un placer tocar contigo.
Dio un salto y bajó del escenario en un sonido sordo.
- Mañana apareceré por aquí- dijo, dando palmadas sobre la superficie del escenario.
Adam se preocupó por ella un poco, pero luego empezó a tocar Super 70’s con su RG blanca. Se lo estaba pasando en grande, disfrutando con su música, como siempre hacía. Vio un billete de 10$ en el suelo, lo guardó en su bolsillo para luego ir a su coche y volver a “casa”.
Llegó con el coche debajo del puente. Lo apartó y abrió el maletero para sentarse dentro y empezar a fumar un porro que él había liado mientras escuchaba Smells Like Teen Spirit en la radio.
- Me siento solo, y me gusta…tengo frío… pero al mismo tiempo me gusta que alguien se preocupe, de joderme si estoy vivo, así no se me olvida que lo estoy, y de que al menos, a él le importo…- miró hacia el cielo, con sarcasmo.
La noche se estaba empezando a ser fría, así que se levantó del maletero para coger una birra, pero no quedaba y la María se le había acabado.
Se puso a buscar hasta que encontró un billete de 100$.
Sostuvo el billete en su mano, sujetándolo con el dedo índice y corazón.
- Habrá que pillar vicio- dijo, desesperado.
Nada más decir eso, se subió de nuevo al coche. Aunque no lo encendió.
Una ligera llovizna empezó a caer sobre el coche, pero al cabo de unos minutos había cesado, dejando en el ambiente el olor a tierra mojada.
Adam se sintió un poco triste. Sabía que había abusado demasiado de las drogas. Era el momento de cambiar. Con un suspiro, se levantó del coche para ir al maletero y preparar una hoguera más tarde, para pillar algo de calor. Al encenderla, cogió toda la hierba y el alcohol, mientras algunas lágrimas caían de sus ojos al ver como todo ardía. Hizo el esfuerzo de coger el tabaco, pero cuando estaba a punto de lanzarlo, se detuvo.
- No… tu no, eres lo único que me queda…y esto, a quien lo le guste que se joda. Pero los pitis a mi no me lo quita ni dios- dijo sonriente, a pesar de que todo el vicio que había en su maletero (salvo los amplis) se quemaba.
Miró su guitarra, la cual empezaba a fallarle, la pobre había vivido tiempos mejores, pero ahora, no estaba en condiciones de lucirse. Era hora de cambiarla, así que en vez de gastarse el dinero en drogas, decidió comprarse una guitarra nueva, o alquilarla.
Subió al coche, las tiendas aún deberían de estar abiertas, así que se dirigió a la tienda, mientras escuchaba Nobody’s Home de Avril y durante la canción, no se quitaba a la camarera de mismo nombre, de la cabeza.
Parecía que había alguien dentro en la tienda.
- ¿Qué desea?- preguntó el dependiente.
- Una nueva visa- le contestó Adam, mientras encendía un cigarro.
- Eso no puedo dártelo, pero esta Rg de puente flotante redocorada con toques rojos sí. Es tuya por solo 550$ y además, te regalo el ampli con batería de cuatro horas.
Miró al dependience como sacó la guitarra. Era una preciosidad: blanca con golpeador rojo, además exclusiva para zurdos. No podía creer que tal maravilla sólo costase 550$. Pagó sin pensarlo dos veces.
- Esta guitarra te ayudará a salir de tus problemas, como la droga y tu falta de auto control- dijo el dependiente. No había que ser muy listo como para darse cuenta del estado- pero con esa mujer… sólo dios sabe si tienes algo que hacer
Adam esbozó una sonrisa.
Salió de la tienda, guardando la guitarra en la funda, y con el poco dinero que le quedaba, fue a pillar algo de comida y bebida.
Nobody’s Home seguía en el coche de Adam, y Avril, en su mente.
Volvía a casa y estaba empezando a llover de nuevo, pero esta vez más fuerte. Aunque poco le importó, ya que había llegado a su hogar, si podía llamarlo así. Estaba en el asiento del copiloto, el cual había tumbado. Conectó el ampli y empezó a tocar los solos de Funky a toda velocidad y mucho rock Underground de sus viejas canciones.
- Mi cabeza…- se llevó una mano a la cabeza. La resaca le pasaba factura ademán del mono por no fumar ni beber, empezaba a pasarle facturas.


I´m under the bridge
cause i´m a suicider
and my firens are fade away

now i´m confuised, i´m dissolved
something is in the bridge, something is in my body
but i´m started to stop us and...

Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away
Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away

It´s ok i´m fucked
it´s all right i´m really dead
only with you i´m feeling alive

now i´m intoxicated
and you are so beautyfull
i need you again and...

Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away
Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away


yeah!, and in my heaven
you are the God and
I am the devil to wants fuck you all the night

yeah!, and in my last days
you are the inspiration
to write my last songs
thank you and...

Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away
Burn! Burn! Burn!
It's better to burn than to fade away

Something is under the bridge...
Something is under the bridge...
Something is under the bridge...

Al terminar de tocar, anotó en un papel, junto a la partitura todo lo que había tocado. La tituló Something is under the bridge. Pensó que tal vez reuniría valor para regalársela a la camarera del bar Weolcome to the Hell.
La luz del día hace que los ojos de Adam se enrojezcan débilmente. Estaba cansado, apenas había dormido nada, se había pasado media noche enfrente del riachuelo.
- ¡Necesito beber!- exclamó, mientras corría desesperadamente por la zona, en busca de alguna botella que no hubiese tirado a quemar, pero nada- ¡Si tuviese una pistola me pegaría un tiro!
Escondió su rostro entre sus manos, cansado y con algo de arcadas que rondaban su cuerpo. Ciertamente se encontraba mal, muy mal, pero parecía que no iba a rendirse. Verificó que su guitarra seguía en el coche, para ir al centro a buscar alguna calle donde tocar, donde poder ganarse algo para comer.
Cuando ya faltaba poco para llegar al centro, Nissan Silvia se quedó su gasolina, así que tuvo que ir a pie, mientras empujaba su coche, resguardándolo en un callejón sin salida.

Adam había dejado el coche cerca de Acústica, tal vez allí podría ganarse de dinero y pagar algo de gasolina para el coche, no podía dejarlo ahí. ¡Era su casa!
Se sentó en el maletero, sin tener idea de qué hacer.
- ¡Adam!- saludó una voz familiar.
El guitarrista se giró.
- ¡Jack! ¿Qué tal estás muchacho?- preguntó.
- Algo jodido- dijo, a su lado.
Adam notó la ira de su voz, además de su rostro. Algo debía de pasarle.
Sacó un cartoncillo de tabaco y le ofreció uno, a la vez que le hacía sitio en el maletero para que se sentase.
- Cuéntame, ¿qué te ha pasado?- dijo, mientras encendía el cigarrillo.
Jack vaciló, pero aceptó el cigarrillo. Lo encendió con ayuda de su compañero y empezó a absorber el humo que le parecía tranquilizante.
Todo lo que le pasaba, lo resumía en una sola frase:
- Me han prohibido volver a tocar o cantar.
Los dos habían callado, aunque Adam podía soltar una risa, ya que no le veía sentido a su odio, le habían prohibido algo que el chico amaba, ¿y qué? Sentía algo de pena por él. Sencillamente, era un novato tanto de la música como de su propia vida.
Miró al cielo.
- Si quieres, te puedes venir a vivir conmigo. Tus padres no podrán volver a joder. Vivo en el puente de la calle siete, en un lugar cercano allí. Si quieres, puedes venir.
Jack sonrió por primera vez en aquella noche.
- Gracias tío. No sé qué haría sin la música. Vendería mi alma al mismísimo diablo por ella.
Aspiró a fondo y expulsó el humo.
- Si de verdad no te importa, acepto encantado.
Los dos bajaron del maletero.
Jack estaba radiante, parecía que se había olvidado de todos sus problemas, pero ahí, el que tenía un ligero problema, era Adam.
- Perdona, pero no me queda un duro. Así que si no te importa… ¿podrías dejarme algo para la gasolina?- dijo mientras se ponía la chaqueta.
El chico se palpó un bolsillo de su vaquero oscuro.
- Sin problemas.
Le tendió un billete de 20$ un tanto arrugado. Realmente, estaba hecho una especie de cuadradito.
- Si te hace falta más, no dudes en pedirlo.
Adam cogió el billete para guardárselo en el bolsillo.
- Así está bien, de momento…- empezó a reírse- hay que empujarlo hasta la gasolinera.
Estuvieron riendo durante todo el camino. Hablaron de casi todos los temas de los que se podía hablar, hacía tiempo que ninguno de los dos se lo pasaba tan bien, pero aquella noche, Jack debería de volver a su casa, para recoger las cosas. Al día siguiente, estaría dispuesto a volver al lado de su camarada Adam, el cual en tan poco tiempo, le había abierto los ojos.

- Así está bien, de momento…- empezó a reírse- hay que empujarlo hasta la gasolinera.
Por el camino iban riendo, hablando de música en general, los dos se parecían bastante. Adam no paraba de reír, con las cosas que el pianista le contaba. Habían hecho una buena amistad y eso, los dos lo agradecían, el mundo no les había tratado muy bien y un respiro en esos momentos, venía realmente genial.
Llegaron a una gasolinera, donde llenaron el coche hasta la mitad. Luego, Adam dejó al chico cerca de su casa, ya que ese era su deseo: viviría en su casa, sólo por días.
El guitarrista paró el coche. No sabía qué hacer. Acústica estaba hasta los topes y no tenía ganas de volver bajo el puente, aún era muy temprano… Miró al asiento de atrás, donde vio la letra de Something is under the bridge y pensó que ahora podría pasarse por el bar, a verla…

En las calles del bar Hell, no había nadie, todo estaba oscuro y sucio. Aún así, Avril tiró por allí, ya que era el único camino más corto hacia su casa. Tenía que arriesgarse. ¿Qué iba a pasar?
- Pss… guaaapaaaa….- la chica no se detuvo. Aligeró el paso.
Empezaron a escucharse algunas risas y cómo una botella se rompía en mil pedazos.
Justo cuando Avril quiso salir corriendo, alguien la puso contra la pared, cogiéndola del brazo. No tenía ni idea de quién era, pero al verle la cara, le reconoció: era el tipo que por poco la arma en su bar.
Empezó a tocarla con lujuria, las manos abiertas, intentando pasar por todo su cuerpo. Avril empezó a forcejear, intentaba librarse de él, pero la sujetaba con fuerza, la estaba haciendo daño en la muñeca al apretarla.
- Pórtate bien, niñata- le dijo el tipo cuando la abofeteó.
El corazón de Avril latía más rápido que nada.
Sintió como una de las manos del tipo se deslizaba por debajo de su camiseta.
- ¡Suéltame!- chilló ella, mientras le daba un rodillazo en la entrepierna.
El hombre no lo tuvo en cuenta, y se separó de ella, pero cuando Avril intentó salir corriendo por la calle vio un coche. Inmediatamente reconoció Heart Shapped Box, de Nirvana.
Las luces le dieron de lleno.
A Adam se le paró el corazón al ver la escena, al ver como el tipo se abalanzaba de nuevo sobre la camarera del bar. Sin pensarlo siquiera, se bajó del coche, y se lanzó a por él.
Justo ahí, Avril se liberó del borracho, el cual acabó en el suelo por un placaje de Adam el cual, estaba encima de él, dándole un buen puñetazo en la cara, dejándolo inconsciente, mientras que la chica no sabía qué hacer, sólo lloraba. Cuando el guitarrista la cogió de la mano, por poco le pega por acto reflejo, pero al encontrarse con sus ojos, cedió.
Adam la llevó rápidamente al asiento del copiloto, mientras ponía en marcha el coche y bajaba por la calle, para volver al puente.
Llevaban un par de minutos de camino, y la chica estaba acurrucada en el asiento del coche. A veces, miraba de reojo para asegurarse de que era Adam el que ahora estaba con ella, pero apenas podía ver bien, ya que tenía todos los ojos empañados en lágrimas. Por una vez, tenía miedo. Un miedo tremenendo, que no dejaba de hacerla temblar, y su corazón no volvía a calmarse.
Nunca, nunca había tenido tanto miedo, hasta tenía frío.
Se sentía sucia, había sido toqueteada como si fuese un juguete.
Se sentía débil…
Adam paró el coche, cuando habían llegado. Se apoyó contra el volante, con los brazos y la cabeza. Suspiró al verla así.
- Toma- dijo, mientras le ponía su chaqueta- esto te hará entrar un poco en calor.
Reconoció la chaqueta, era la misma que le había dejado cuando se conocieron.
- Yo voy un momento al maletero, a coger algo caliente para que puedas comer algo y tranqui…
Avril se sobresaltó, se le revolvió el alma al oír que se marchaba, saltó a su lado, mientras lloraba.
- ¡NO! ¡NO! ¡NO TE VALLAS!- le rodeó con sus brazos, por el cuello- no, no, no… por favor, no me dejes sola… no…
A Adam se le había encogido el corazón. Sentía como ella estaba aterrada y cómo lo abrazaba con fuerza, lo que le habían intentado hacer por obligación, era peor que la muerte.
- No… no me voy, me quedo contigo…- le dijo, mientras ponía la cabeza de la chica contra su pecho.

Ella, podía escuchar la respiración a través del torso del giutarrista. Ese sonido empezaba a calmarla ya que era bastante tranquila.
Miró al asiento del copiloto, donde estaba la chaqueta. La cogió para ponérsela encima, y justo cuando iba a recostarse otra vez al lado de Adam, le miró a los ojos. Unos ojos verdes los cuales le gustaban. Intentó darle las gracias por todo, decirle lo mucho que agradecía lo que había hecho, pero no le salían las palabras. Aún el miedo la tenía bloequada.
Adam cerró los ojos para escuchar cómo estaba ella, ya que no podía decir nada aún. Estaba algo más calmada, pero aún así, nerviosa.
- This is Death to Birth- le susurró.
-
Made, too little, too late
should I lie in the dirt, still in the dark?
or walk around again?
one last song I'll write, while I don't get along
my eyes feel lonely, why don’t they shine?
'cause I've finally found my cell
as I touch my tears
smells the taste, full of waste
but feel the others
and smother each other then let them pucker their cell
sugar sweet weather goes through our trees
swims through our seas, flies to the last gasp left
on this earth, oh no, oh

it's a long lonely journey from death to birth
it's a long lonely journey from death to...
it's a long lonely journey from death to birth
oh, it's a long lonely journey from death to...birth

should I die again? should I die around
the pounds of matter wailing from space?
I know I'll never know until I come face to faith
with my own cold, dead face
oh, in my own wooden case
you are with me, with me, lonely, alone, alone and I lie
I'm-a mourning you ooh, ooh, oh, hmm

ready for a long lonely journey from death to birth
it's a long lonely journey from death to...
it's a long lonely journey from death from death to birh


Se quedó en silencio, para ver cómo Avril se había rejalado, ya que su respiración se había calmado.
La chica aún tenía miedo, pero le escuchó cantar. Volver a escuchar algo de música la había animado, aunque sólo fuese un poco. Se lamentaba en esos momentos de haber salido del bar. Debió quedarse un rato más… así… nada hubiese ocurrido.
Avril le cogió la mano izquierda al guitarrista, entrelanzando mutuamente los dedos. Ahora más que nada quería que Adam cuidase de ella, que no se apartase…
Él poco a poco fue bajando el asiento del respaldo del asiento, hasta dejarlo totalmente en vertical, para que ella pudiese descansar de forma más cómoda.
- No te preocupes. Por nada del mundo; dejaré que te hagan daño- le dijo, mientras le acariciaba el pelo, con cariño.
Se arrimó todo lo que podía a él, para sentir el calor que él irradiaba. Aún le sujetaba la mano, no quería soltarle. Algo le decía que las palabras de él eran totalemente ciertas, y eso le hizo cantar, aunque sólo fuese una débil estrofa, pero era la más oportuna que se le ocurría.
- There goes…my hero…- Avril soltó un leve gemido, el cuan quedó ahogado por las lágrimas.
Se lanzó al cuello de él, para abrazarlo, sin importale nada.
Adam sonrió cuando le cantó débilmente aquello, la aceptó entre sus brazos y la acarició la espalda con cariño y delicadeza.
- Buenas noches, camarera…
Ella sonrió débilmente al escuchar cómo la había llamado. Recordó que ni siquiera se habían dicho ni los nombres.
- Avril…, me llamo Avril… justo como este mes- le cogió la otra mano.
El guitarrista se la aceptó.
- Adam.